Lea Nieves Torres©®todoslosderechos
Cortabas rosas para mí,
del jardin donde crecían
perfumando
los voluptuosos aires
del verano...
Eras dueño y señor
del rojo ensueño de amor
que extasiaba mi alma.
De tu mano
mi alma y mi cuerpo
navegaron
el cielo azul
y su jardin de nubes
y las constelaciones
en noches estrelladas.
Te amé a morir
bajo la luna cálida...
y de repénte
el aire del jardin,
enrarecido por tu traición,
cambió ese rojo ensueño
en espinas hirientes.
¡Oh vil traidor,
no intentes engañarme!
Negros me son el cielo
y su jardin de nubes;
oscura es la luz
de mis mañanas.
En mi pecho
se cierne la tiniebla...
No. No me llames
ni me des la rosa
de tu traición
que me dejó ya muerta...
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31-08-2021