TU REGRESO FUE LA DESPEDIDA
En mi sueño creí que no era cierto.
Mi subconsciente quiso que viviera
como un loco ludópata en acierto
al cruzar un minuto la frontera.
Estando allí no vi ningún desierto.
Fue buscar todo el tiempo la manera
de culparme al pensar que habías muerto
con la ingenua ilusión que así no fuera.
Disfruté los instantes ofrendados
sin indicios de ver si entre los dos
mis delirios estaban apresados.
Fue como construir los dominós
con la pieza faltante en ambos lados
porque sé que soñé para el adiós.