Alfonso Darío

Tras el beso de una ola.

Como una ola del mar así llegaste
contemplé de tu vaivén la hermosura 
al salpicar mis labios te marchaste
sembrando en mi corazón amargura
 
¿Qué encubre tu interior ¡oh! ¡linda diosa?!
¿Acaso es el aguijón de una abeja?
¿O eres de tu rosal la espina odiosa?
¿Qué cree que con su aguijón corteja?

 

¿O solo eres desamor espinoso?
¿Por aversión no valoras un beso?
¿Tu corazón guarda acto bochornoso?
¡ven a mis brazos y olvida todo eso!
 
Porque así como la ola del mar vuelve
humedece los labios de la playa
con mi beso olvidarás al canalla
que huyó con lo que con amor se absuelve