Cuán te quiero, vida mía,
sigues viva en mi pasión,
dueña de mi corazón
y mi perenne alegría;
eres la dulce armonía,
esa callada obsesión,
esa tan dulce obsesión
que me ayuda noche y día;
no me niegas tu ternura,
me demuestras mil cuidados,
a pesar de mi locura
me apoyas en todos lados;
es la más bella aventura
el vivir enamorados...