¡Cuando tú te acerques al fin!
Sé que me recordarás bien…
Me verás junto a ti en el azul
infinito del cielo que nos espera.
En ese cielo que me acompaña,
y en la divina espera de tu ser.
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Me encontrarás en el sabor de tus
labios, porque tienen el sabor de
de mis besos y de los labios míos.
Me sentirás en el terciopelo de las
rosas y sus perfumados pétalos.
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¡Tú guardas el sabor de mis besos!
Me sentirás vulnerable ante ti…
Sentirás nuevamente, los mimos
que te susurraba a tus oídos…
Extrañarás las caricias de mis manos
sobre tu blanco y fragante pecho.
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¡Son esas las caricias que amabas!
Cuando pase el tiempo y despiertes
de tu sueño perenne, la luz se hará
en tu rostro y recordarás que te amé.
Querrás leer todo lo que para ti escribí.
me verás en cada amanecer y su ocaso
y en cada atardecer y mágica aurora.
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¡Siempre, siempre junto a ti estaré!
En todo lo que logres mirar estaré…
En el perfume de las rojas rosas,
en el agua que caiga en tu cuerpo,
en los rayos del sol que te calienta,
en la luna que ilumina tú sendero
y en cada nota musical que logres
poner en el pentagrama, me verás.
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¡Es que tu canto siempre fue mío!
Cuando hayan pasado los años…
El recuerdo de mis sueños llegará
hasta ti en tus noches de soledad…
Eternamente, me verás junto a ti,
junto a ti he estado y estaré.
Por la vida que aún me queda…
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Cuando estés listo para marchar,
Sí ya me he ido, te esperaré donde
sea que estés, te buscaré y me verás.
Nos veremos en el atardecer definitivo
de nuestras sublimes existencias…
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¡Cuando pasen las eras, allí estaré,
me verás junto a ti y te amaré!