Que suene la lluvia escandalosa hoy.
He matado a un caracol.
El crack de su caparazón al estrellarse con mi zapato resuena con nostalgia en mi interior.
Que caigan relámpagos y truenos.
Que el mundo se desquite conmigo.
He matado a un ser vivo y me siento culpable.
Debí mirar el suelo y así evitar su muerte.
Debí protegerlo.
Que la lluvia escandalosa suene hoy, un caracol he matado yo.