Una voz tan melosa
que evoca suspiros del corazón
una melodía toca en fibras sensibles,
con la melancolía de un violoncelo
Las brisas de la infatuación
tienta uno a seguir senderos íntimos
de descubrimientsos sensuales,
mientras el corazón crédulo
se olvida continuar con aprensión
Una sonrisa cautivadora sutilmente seduce
expectativas no ensayadas,
la orquestación de un preludio amoroso
no siempre al crescendo
del bolero de Ravel lleva,
sino simplemente a un recuerdo nostálgico
de un intermezzo de un vals de Chopin
David Arthur ©®