No lamentes lo que hiciste
conmigo, yo se bien, que fue
un error haberte ido de mi lado.
El día que te marchaste, alzé las
manos al cielo, y le di gracias
a Dios por haberme librado de vos.
Que bonito fue tú error, si estás
arrepentida, que bueno tal vez
fue nuestro Señor que te hizo
recapacitar a buena hora; espero
que busques o encuentres un
hombre de bien, porqué conmigo
no cuentes mejor estoy solo, sin
probrema, alejado de ti y
muy felíz. no quiero lamentos
tu misma te lo buscaste.