Si mi amor fuera
fuego tus cenizas caerían
en un mar sin salida.
Y cada llama significaría
el rechazo de tu vida.
Entonces entenderías
que tus sentimientos serían
un fósforo encendido
que nunca se apagaría.
Porque ni siquiera el viento
podría calmar estas heridas
que ni las quemaduras más finas
sanarían sobre aguas cristalinas.
Y si mi amor fuera fuego no sería
una prueba sino un reto...