AQUELLOS QUE YA NO SOMOS
Aquellas viejas imágenes,
matizadas por el tiempo,
de palabras olvidadas,
entre presentes objetos,
elaborados retratos,
como ancestrales regalos,
de puro ancianos auténticos.
Como una cometa,
anclada a la tierra,
al albur del viento,
el febril aliento,
de la misma esencia,
se ha llevado el tiempo,
como una pavesa.
Y en los arrabales,
donde el aire cuenta,
se quedaron solas,
las nostalgias quedas,
silentes recuerdos,
como nubes negras
que el aire atraviesan.
Ya no sabe el águila,
como huele el viento,
que antaño anhelaba,
y no sabe el mirlo,
donde hacer el nido,
huele el aire a humo,
sabe el aire a fuego.
El amor dormita,
y siente entre sueños,
que todo titila,
como un pelo al viento,
que la sombra muda,
que la luz se asombra,
al sentir su aliento.
Corazón que habla,
con sonidos viejos,
con palabras sabias,
hablan los ancestros,
y en la algarabía,
de extraños conciertos,
se oye un tierno eco.
Aquellos viejos retratos,
de mate y ajado aspecto,
se han quedado entre los restos,
de los pasos que anduvieron,
aquellos que ya no somos,
y que nunca ya seremos.
Angel L. Perez ®
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03/09/2021