¿Quién como tú, bella niña?
Tú representas mi fe,
el más honesto querer
que encontré en esta vida;
eres la luz que ilumina
este sendero de hiel,
pero, por ti, ahora ya es
fuente de eterna armonía;
¿quién como tú me dará
esa razón de vivir,
esa razón para amar?
Todo lo encuentro yo en ti
eres principio y final
de un paraíso feliz...