Me gustás musarela...
Me gustás musarela porque estás como ida,
tu aluvión de parolas mis orejas no escracha
y si bien falta el vento y el laburo escasea,
una posta prudencia la trompa te remacha.
Como todos los días me llenás la busarda,
cocinás hasta un gato y diqueando osadía,
¡ranuna!, de la rama me bajaste otro sueño
y un gorrión con polenta me alivió la pazzía.
Me gustás musarela, yiranta de la luna.
Y estás como mufada, -ranuna de mi nido-.
Y escuchás desde lejos y mi parla no llega
aunque diga pavadas a lastimar tu oído.
Dejame chamuyarte nomás con el aliento,
cálido como un faso, sencillo como un mate.
Sos como la catrera musarela y gomía
y tu aliento es el vino que encurdela a este vate.
Me gustás musarela porque estás como ida,
como si ya atorraras en la quinta del Ñato.
Una parola entonces y un embroque me alegran,
me alegran porque tengo percanta para rato.
Martina Iñiguez
Musarela: callada
Parolas: palabras
Escracha: destroza
Vento: dinero
Posta: buena, importante
Busarda: estómago, barriga
Diquear: ostentar
Ranuna: de rana, persona astuta, diestra
Pazzía: demencia, arrebato
Yiranta: callejera
Mufada: enojada
Parla: conversación
Chamuyar: conversar
Faso: cigarrillo
Catrera: cama
Encurdela: emborracha
Atorrar: dormir, haraganear
Embroque: mirada
Percanta: mujer