Alfonso J. Rodríguez M.

PICO DEL AGUILA

 

Atraído por los aromas

mojados del páramo,

me fui deslizando

sobre la sinuosidad

de sus caminos.

Muy cerca se mostraban

las aterciopeladas

lenguas de los frailejones,

simulando estrellas blanquecinas

en cada recodo de mi andanza.

A un lado los hilos

de nacientes aguas,

se prenden vistosos

de mis ateridos ojos;

en otros parajes

mostrando su encanto

hay gotas de lluvia

sobre los penachos

que forman la cresta

del paisaje blanco.