Tiras las cartas y como niña traviesa me escondo.
Das conmigo y no te reconozco.
Besas mi frente y rápido de mi ropa me despojo.
Tus manos prenden mi sexo y jadear escojo.
Aprietas mi cuerpo contra el tuyo y cierro cada ojo.
Pruebas la piel de mi vientre y a carcajadas me sonrojo.
Introduces un dedo en la cerradura de mi puerta
y como una hoja en granizada me mojo.
Con hielo en la boca acercas tus labios
y en su helada sensación mi lengua confusa remojo.
Atas mis manos con tu corbata
y de no poder tocarte entero me enojo.
Apagas mis ojos con una venda
y en mi corazón palpita de nervios un manojo.
Derramas gotas de vino en mis senos
y mis ramas con esfuerzo encojo.
Te metes dentro de mí y relajada en tu otoño
en un árbol placentero me deshojo.
Terminamos temblando y bajas la fiebre del verano
por mi cadera,
con la partida has ganado tu deseado antojo.