Sencilla va su artillería sobre el invulnerable castillo.
Asedia la ciudad desprevenida
con una subrepción de incomparable astucia.
Es la lucidez de ciertos enemigos:
Pensabas que era un bicho de armas primarias.
Una batalla desigual.
Así Lo era.
Te ametralla desde un rincón que desconoces.