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Lejos, alejándome...

Lejos…

como un vacío henchido de incertidumbres,

como un cielo infinito azul sin nubes…ni pájaros,

como mirando hacia la nada…desvaneciendo la vista en el dilema.

 

Allá…

en los confines del enigma…colmados de desaciertos,

en el límite desabrido de los sueños incumplidos,

en el paisaje de hojas secas otoñales…arrastradas por minúsculos remolinos.

 

Apartándome,

huyendo de la bulla de la hipocresía,

intentando escaparme del hastío de la rutina,

fingiendo un fantasmagórico regocijo,

simulando una paz imaginaria…atrofiada por el desencanto de tu desaparición,

engañado con la mentira de tu regreso,

desencantado de la melodía de tus palabras…embusteras,

desilusionado del resplandor de tus infieles ojos…aceitunados traicioneros.

 

Distante,

más separado que nunca,

más indiferente…menos ingenuo…

más convencido de tu indolencia,

en proceso de volverme insensible a tus recuerdos,

acostumbrándome a lidiar con el insomnio de tu ausencia…

y con este despecho que ya no abruma…que se va diluyendo en la apatía,

con un rencor que perdió el sentido…que va bañándose de olvido.

 

Voy así…

echándole silencio a nuestra historia,

borrándole al corazón la memoria,

desarmando esta pasión que por ti sentía,

empacando las caricias y los besos…

guardándolos en el baúl de los desengaños…para que dejen de hacerme daño,

derritiendo el fuego de mi pasión en la helada traición de tu felonía.

 

Lejos…

allá…

alejándome…

distante,

voy así…

agonizando poco a poco…

lentamente privándome de la nostalgia…

me atrevo a desafiarle al destino…

esquivándole a tu abandono.

Y entonces le ironizo a la muerte…aunque ella…hace rato…ya haya resuelto mi suerte.