Hola, te escribo mi último verso, quizás el destino iluso jugo con los dos, tu recuerdo quedará recostado aquí en mi pecho, se que piensas que soy un loco y lo acepto, pudiste haber sido, mi más hermosa locura, pero ahora estoy aquí muriendo sin ti.
Te llevas mis ilusiones y tengo que borrar de mi mente el millón de besos que mi boca debió dejar en tus labios, lo siento por ti, no dejaste que te de mi último adiós, hiciste que me pierda en mis locuras.
Olvidame, el único remedio para curar estás heridas es el tiempo, no quiero que me veas, muriendo sin ti, en algún lugar, anda ve y busca tu destino se feliz sin mi.
Autor. Franco Montesco.