Dos verdaderas obras de arte,
Sin más ni más son tús pies,
Ah cómo me encanta verlos,
me ponen todo al revés.
No sé cómo agradecerte,
El que me los dejes ver,
Quisiera poder tocarlos,.
O hasta besarlos poder.
Pero no me es posible,
Sólo Dios sabe porque,
Lo que la vida me ofrezca,
Eso yo lo tomare.
Y sí sólo puedo verlos,
Ya ganado tengo el cielo,
Pues es hermoso mirarlos,
Con su piel de terciopelo.
Y no se diga las uñas,
Con sus cambios de color,
Dejás a todos rendidos,
Mendigando por tú amor.
Cuídalos mucho te pido,
Que aparte de su hermosura,
Tienen tán bella labor,
Transportar tanta lindura.