La unión que hoy siento,
tu comprensión,
tu aceptación,
y el saber que nunca
haz de dejarme,
me hacen inmensamente feliz.
La felicidad, en la soledad,
no es completa.
A veces totalmente no se logra
estando dos seres juntos.
Nunca la felicidad alcanza
a ser total.
Pero debemos tú y yo,
agradecer a Jesús,
que nos permite estar juntos
en nuestros sentimientos.
Ellos nunca dejarán de existir
en nuestras almas.
Dos almas unidas.
Dos seres que así sentimos...
Tantas veces nos hemos separado...
a veces lo hemos tomado
como una mala costumbre...
pero recapacitamos,
como dos seres adultos y sensatos.
Y volvemos a estar juntos...
tú y yo.
¿Recuerdas nuestra primera noche?
Nunca he dejado de recordarla.
Aquellas sábanas, en las cuales
dejábamos las huellas
de nuestros desnudos cuerpos...
El saber que así soy amado,
me hace feliz porque
somos tú y yo.
Todos os derechos reservados del autor(Hugo Emilio Ocanto - 25/03/2013)