Las sombras de la noche
me esperan desde abajo,
la luna y las estrellas
descansan en un manto
de nubes pasajeras
trayendo desencanto.
Las sombras me enfurecen,
me corren, me dan miedo,
me buscan y me encuentran
llena de desengaños,
traiciones y mentiras
que pueblan el ocaso
que mi vida estremece.
Las sombras no son buenas,
son malas, son arteras,
se acercan sin mirarme,
se alejan si te encuentro
en medio de la bruma
con tus caricias buenas
buscando el disparate
de que me quieras de veras.