Arrogante amor que dueles,
no te preocupes, esto pasa en meses,
si bien no es la primera ocasión
qué me rompen el corazón
y no será la última, segura estoy.
Así que vete tranquilo
y procura mantener tu ego
tan alto como el cielo,
por si te llega el remordimiento
y no hay quién pueda ayudarte
cuando el llanto desborde
las murallas que tu orgullo levantó.
Te odio, pero cuánto te amé
y te amo,
pero ya no tiene caso.
La felicidad dura poco
y nos regala sensaciones breves,
qué se aprecian y se abrazan,
pero cómo Tito dijo:
“no puedes vivir en el pasado”
y tampoco quedarme a tu lado,
porque si bien creí que me amabas
ahora entiendo que ya no importaba.