Leoness

Una tarde… de verano

Una tarde de verano,

mi libido se encontraba

herrando por mi mente

abierta al solaz encuentro

de una hermosa figura

que ayer confluyó, muy madura,

por la ronda de mi exaltada

existencia terrenal.

 

Ella, que así se llamaba,

me lo puso tan difícil

que yo apenas me esforcé,

pues mi pasividad, Ella,

aprovechó para disfrute,

relajo, desenfreno y se acabó.

 

En esta tarde de verano,

pienso llevar las riendas

no sea que a sabiendas

me quede sin responder, y

aprovecharé para disfrute,

con Ella,

relajo, desenfreno y…

mañana, ¡otra tarde de verano!