Walter Brunini

Léanme

¡No vengo a leerlos, sino a que me lean!
gritaba el novel escritor;
¿Acaso no ven de mis palabras el valor?
vale una sola de ellas, lo que mil historias de amor.

¡Léanme, léanme! que se me hace tarde;
son las tres de la Luna y faltan cinco para el Sol,
ya tengo los ojos quemados, de mirar fijo la pantalla
esperando sus comentarios, sobre el genio que soy.

Les prometo que lo escrito, les será revelador;
son sentímientos que, en milenios, ningún humano experimentó.
Serán mis palabras cátedra cuando hablen del amor,
no hay forma posible que alguien lo haya hecho mejor.

¡Léanme, léanme! que la historia empezó conmigo;
nadie ha llegado tan lejos; tan profundo.
Mis palabras llegaron para revolucionar el mundo;
será hoy, el primer día de la nueva humanidad.

¡Léanme, léanme!