Yo me quedaré en mi cueva
haciendo cosas coloridas
de niña-anciana
de anciana-niña.
Y ya no perseguiré imágenes ajenas
seré iconoclasta hasta de mi misma,
y no buscaré adorarme,
en reflejos fantasía,
de alguien que no soy yo.
Y que no seré,
aunque el mundo se caiga
y empiece de nuevo
y se repita la muerte mil veces más.