No, no hablo con mi otro yo, ¡él se murió!
No le cuento secretos que conoce,
no le confieso su traición, su roce
y que la confianza en él se acabó.
Su boca agrietada me traicionó,
mudo dejó que grito me destroce;
bendijo septicemia y el desbroce
de lo que alguna vez lo protegió.
Paso cerca al cristal que conocí
y me pregunto sin saber porqué
¿Cuándo fue la ultima vez que lo vi?
Él desde el espejo en polvo me ve
y suplica hablarme con frenesí
mas como él, ¡sus deseos traicioné!
Mi rostro no le mostré...
pues simplemente me avergüenzo de él,
por eso, ¡no le hablaré!
...s. ....l