Desprende las hojas el viento
llevándolas a un delicado vuelo
se elevan como sueños y anhelos
incentivando los te quiero.
Revientan las olas del mar
haciendo con las caracolas un cantar
bañando con sus aguas la arena
que absorbe su furia en paz.
Se entregan los miedos, las ansias
al viento que no las va a regresar
se difuminan en el tiempo y espacio
haciendo que las sonrisas vuelvan a brillar.
Se impregna el ambiente de aromas
con flores tiernas y rosas rojas
se une la miel, la canela y la albahaca
quitando la angustia del alma.
Cubre el árbol con su sombra
refrescando el escozor del alma
devolviendo los colores perdidos
para dejarlos al espíritu asidos.
Levita el centro en total calma
abrazado a lo tibio y natural
sintiendo la vibración de la tierra
con armonía, es paz espiritual
Se une el sonido del río
en piedras chocando sus aguas
y sueltan los pájaros sus trinos
es sinfonía perfecta para el alma.
Yamila.
Prismas nativos (cantares románticos)