José Plou Galindo

SE CREE TU DUEÑO

Has llorado amargamente por tu suerte,

y han vulnerado tontamente tus sueños,

por un impúdico que se cree tu dueño,

manipulando día tras día tu mente.

 

Ya no quieres que arruine tus días,

has sufrido demasiado en su lecho,

es preciso curar todas las heridas,

que hondamente marcaron tu pecho.

 

Te condenó a la soledad, por amarlo,

él solo pretendía quitarte la calma,

abordó con engaños tu cielo,

todo él era falso y vacío de alma.

 

No eres causante de su antigua pena,

es absurdo pagar sin cometer pecado,

debes marcharte y dejarlo a un lado,

o tener que tolerar una causa ajena.

 

Y aunque él sea la razón de tu vida,

no sigas en ese ambiente grotesco,

es preferible una cordial despedida,

a continuar con ese amor funesto.