Anteayer, día 19, se ofició
una misa para el
Patrono de las causas urgentes,
San Expedito.
Como todos los día 19 de cada mes,
asistí a misa.
Para pedir por mi familia,
mis parientes, mis amigos,
y por todos los seres de este mundo.
Ayer, día 20, volví a pasar
frente a la iglesia.
Una imagen me llamó la atención.
En la parte superior de la entrada,
hay una inmensa imagen
de Jesús con sus brazos
extendidos al costado de su cuerpo.
Completamente blanco.
Por lo que divisé, crucé hacia la vereda
de enfrente para observar mejor.
En cada una de sus manos
había una paloma.
Las dos eran iguales.
Eran de color gris claro y oscuro.
Después, lentamente, y al unísono,
caminaron y quedaron
apoyadas cada una en sus hombros.
Más me llamó la atención,
que durante más de un minuto,
quedaron observando
el rostro de Jesús.
Lamenté no haber tenido
una cámara fotográfica,
y sacarles una foto.
Esa imagen ha quedado en mi retina.
Dichosas ellas que volando,
llegaron a posarse sobre
el cuerpo de Jesús, Nuestro Señor.
Todos los derechos reservados del autor(Hugo Emilio Ocanto - 21/03/2013)