Desde el silencio
se ve pasar la vida
como algo breve.
Y ese silencio
es rabia entristecida
que deja el viento.
Pero la brisa
conmueve las pestañas
y hay llanto fresco.
Entre el silencio
me pierdo con su bruma,
me siento preso.
Atado y solo,
en celda y sin cadenas,
con mis recuerdos.
Quiero la risa
del cielo y de la vida,
su luz y beso...
Con el silencio
prosigo mi camino
lleno de espinas.
Y en él te busco,
te llamo y te suplico.
Yo ansío verte.
Quiero decirte
que te amo, sin palabras...
¡Desde el silencio!
Rafael Sánchez Ortega ©
27/03/21