En un lugar del río donde la corriente fluye con sentido,
corren las aguas de mi sexo
al son de la fortuna en su destino.
Expira la luz en mi cielo.
Permanente acrobacia en vuelo.
Mil infiernos en la moral de mi ego.
El canto que practica a solas mi anhelo
ruje a alta cumbre sin recelo:
Querido, yo te poseo.