Como espectador y no accionista,
como observador y no protagonista,
hay para mí señales de amor,
señales de búsqueda del interior.
La fidelidad, no solo la física,
sin duda crucial y única,
sino también a la persona,
a su criterio e idiosincrasia.
La búsqueda continua,
de una libre sinergia,
la unidad se difumina,
el dúo se amplifica.
Las derrotas...no son suyas,
se deben sentir como propias,
la búsqueda de equilibrios,
de los dos, en los éxitos y fracasos.
La prioridad, la supremacía,
en el tiempo, en tu vida,
Es señal de salubridad,
Es señal de paz..y tranquilidad.
El respeto a la belleza,
de la rutina , de la calma,
de sentirse orgulloso,
de tu pareja, de su vida.
La creación de cadenas,
libres,y voluntarias,
complejas series de actos,
conjuntos y compartidos.
Los roles de la pareja claros,
sin dominios, sin complejos,
ausencia de miedos,
sentimientos eternos.
Asunción de cierta pérdida,
de único protagonismo,
de creación de equipo,
y de lucha compartida.