En la tarde cómplice que delinea tu figura
Cuelgas sobre la pared la tenuidad de tus sedas
Entre luces que descienden por tu espalda
Como ilusión de luna, de noche sin abrigos
Hemos exiliado los fantasmas,
Al mundo abisal del olvido
Para liberar la claridad de nuestras almas
En el silencio angelical de las miradas
Percibo el amor sobre tu espalda
Cuando dibujó tus líneas en el muro
Y el hálito que sale de tu boca
Empaña la pared, hasta mojar mis manos
La claridad se fundió con el crepúsculo
Cuando cerca de mí te estremecías
Cuando cerca de ti me abandonaba
Y el azul y la noche moldean tu espalda
Mis ropas acompañan a tus sedas
Colgando los deseos y los anhelos
Desnudando los vientres en la tarde
Transformando tu albor en mi cenit