Hablaba un gran poeta de la vida
en medio de la crisis financiera;
diciendo que sería la salida
luchar por el amor, que no muriera.
Su hermosa poesía tan florida
tejía de ilusión febril quimera;
mas siempre quien pagaba la comida,
lo hacía su abnegada compañera.
Un día que la dama no ajustara
y a casa no llevó jamón y queso;
le dijo muy sonriente que cenara
un sándwich de pasión con dulce beso;
y luego, por bebida se tomara
un litro de placer con embeleso.
Autor: Aníbal Rodríguez.