En trágica agonía de un recuerdo solté mis ilusiones una tarde, volando largos y angostos senderos buscando un pecho donde anidar.
Volvieron al tiempo mostrando cansancio de pasados olvidos y locas ocasiones, con sus hilachentos y sucios plumajes, mostrando lo mucho del sufrimiento.
Con mucha alegría las recibí, todas sus desventuras escuchando, eran mis ilusiones, solo mías, que aquel dia solté a volar, para que encuentren otros pensamientos y puedan compararlos con los míos.
Me comentaban los trechos andados y angustiados senderos recorridos, no encontrando mejor lugar que el pecho donde habían nacido.
Robi