Ramón Siliceo Arango

FAROLA

Inmóvil,  lejana y sencilla

vislumbrar el pasar de la eternidad.

El viento roza con fina fragancia

la suavidad de luces que quedan selladas

en el umbral del día. Quedas apagada,

sin vista, sin tacto de los transeúntes

que ven por tus ojos luminosos,

brillantes, inalcanzables para todos

fina, cautelosa, ausente cuando

escucha el canto de los pájaros.