Destruidas y desdobladas mis ilusiones acechan
como un ladronzuelo en las esquinas de un pueblo mal trazado
mis manos nostálgicas dibujan siluetas en la fugacidad del tiempo
noche apresurada donde no llega el alba
mis nervios despedazados titilan como estridentes estrellas,
claman desconsolados, chocan en las paredes del cuerpo
que a penas y logra contenerlos para no lanzar la noche
fuera de la mente y el silencio entre gritos y gemidos
que hacen su epicentro en el hueco izquierdo de mi pecho
pero llegas inminente a la guarida de los recuerdos
te evoco y contigo llega a mí el aire fresco para reavivar los tormentos
te pienso, te sueño, te busco y me encuentro
salvo en las manos amorosas del tiempo,
el sol se filtra en la madrugada y de nuevo existo como viejo renuevo.