Fui tan joven para el viaje sin regreso, pero así es la vida no sabemos cuándo es el momento de partir, fui muy joven y a la vida le perdí la batalla; ya no queda mucho de mi alma, ya no queda nada de mi, solo un cuerpo prestado, solo recuerdos en la mente de los que en realidad me vieron feliz, reír y hasta un tanto llorar y sufrir.
Fui joven, no verán mi cara envejecer, no verán mis rabietas de anciano, ni podré escuchar a un nieto decir abuelo, no me veré tan siquiera en el espejo y a las arrugas acariciarlas, un corto viaje se hizo presente en una cruda y negra mañana.
Me duele, claro que es fuerte, es el testimonio del como un alma joven muere, me duele tener que irme y dejar a quienes necesitan de mi, aún no descanso pues mi alma no descansará, estaré tan pendiente cual tu ángel guardián.
Este camino corto me tocó tomarlo sin quererlo, me tocó agarrar atajos que no estaban en mi tiempo, me tocó encontrarme con el callejón sin salida, lastimosamente esa fue mi última cruzada, me sentí perdido y hasta allí llegó para mí la vida.
Henry Ruiz
09 DE SEPTIEMBRE 2021
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