Lale Neda

HIJOS DE MI TIERRA

 

Silencio endurecido por esa partida

silencio que va llorando al levantar alas

silencio sumergido en un vacío que avanza

silencio de alma errante, va adoquinada

 

Han dejado sus esencias fermentadas

y sus recuerdos son látigos palpables,

supura la madre tierra por las heridas

 se abrieron por esa tristeza implacable.

 

Viajan hijos sin sus crónicas de vida

las mataron los aborrecidos miserables de mi tierra

hicieron que habitara la desesperanza

 se perdieran sus semillas y sus venas.

 

Allá van,  extendiéndose sobre los mares

y no hay quien se conmueva del sufrimiento,

ni del cantar a su patria, ni de sus amores

donde fluye mustio sólo una luz de muerto.

 

Entran  a otras tierras buscando dignidad

 hijos que en su tierra han vejado

sus corazones van llorando con profundidad  

al recibir injurias y granos ensangrentados

 

Se acuestan mirando al techo

 imploran a Dios con esperanza

que en el destino escogido

meritorias estrellas lleguen como lanzas

 

Sus huesos respiran el viento

de otras cordilleras bellas

les golpea la añoranza en el pecho

y van pisando sus lágrimas eternas

 

Hijos de mi tierra expulsados

por la intolerancia  la bañaron  

quitaron los  colores de sus caminos

y la chispa de su juventud cercenaron.

 

Dejaron aquí su vida, sus aspiraciones,

amor, triunfos y costumbres

la luz que acaricia de abuelas y madres

los picos, los médanos y el Salto Ángel

 

Se consumirán junto al crepúsculo  

sus retratos, sus libros, sus sombras

pero su cama vacía estará esperándolos

en esta su tierra sublime y hermosa

                                                                                                            

 ¡REGRESARAN ¡

 

Lale Neda