No te incomodes si te escribo un poema,
porque nada diré de ti que no se haya dicho.
Solo quería recordarte que aún tienes voz
que brota muy viva de todos tus sentidos,
y que todavía pueden provenir de tu pluma
palabras que se quieran reunir en el verso
para modelar el mundo que proviene de ti.
Solo quería decirte que no dejes de escribir
aunque el silencio reclame tus horas,
o el bullicio de la tierra quiera aturdirte,
pues, si te miras bien por entero, verás
que no puedes rodar feliz por este mundo
si no vas premunido de un manto de poesía.