Ejército ahora, pobre barco mío,
que la patria protege sin disfraz expresa.
Su interés relata ahora su brío,
soldado valiente obedece a la empresa.
Mil voces gritan que armas de campaña
se gastan dinero que nadie aclama,
todas las naciones llaman con artimaña
encerrar con muros a los que nadie llama.
Fronteras necesarias para el pobre fantasioso,
altas noblezas para el país contrabandista,
buen negocio para el Satanás más orgulloso.
Ejército ahora mentiroso y surrealista,
escribo ahora con verde enfado aburrimiento
que defiende por dentro todo tedio reglamento.