Entre los zarzales de la indeferencia
nunca culminaba este poema
se repetía hacia el infinito
testículos temblorosos
vulvas histéricas...
la masonería omnipresente de las bibliotecas
y esa flagrancia de los ríos
de las ramas, de la embelesa amistad...
Un grito entre los pasadizos
de los fríos y oscuros condominios
Zlatan se está masturbando viendo penes de africanos,
Lío está pensando comprarse un vibrador
Cristiano se está afeitando las nalgas...
las lesbianas desean tener pene
los gays añoran tener una vagina bien peluda...
y yo, y yo que duermo cinco horas al día
camino por las calles frías con música en los auriculares
y busco algo que perdí hace 300 noches