No me bastaron tus caricias, tus suaves manos acariciándome, tus dedos rosando cada parte de mi cuerpo, sintiendo hasta en alma tus palpadas de amor, viviendo la experiencia más bonito de sentirme tan tuyo, como cuando me tocan tus manos.
No me basto nada de eso, que hasta tu mano la tatué en mi piel, quise y quiero sentirte tan cerca de mi, quise y quiero por cada instante que tus manos se adueñen completamente de mi.
Es que fueron tus suaves manos las que encontraron el verdadero sentido a la felicidad, fue esa que con leves chispas de encanto me transportaron en lo absoluto; fue esa mano que ahora llevo en mi piel.
Con tu mano en mi piel todo lo que parecía perdido tomó un giro inigualable, fueron más que ciento ochenta, fue el doble de lo real, se convirtió en pureza, se transformó en dulzura, paso del llanto a sonrisas puras; con tu mano tatuada en mi piel, ya solo jamás estaré.
Henry Ruiz
10 DE SEPTIEMBRE 2021
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