Cuando la sombra se mece en mi ático
una estrella hay tan solo que entonces aún brilla
tras cortina de nubes como siempre imprecisa
yéndose fuera de órbita para quien la vigila
desde su torre medio derruida por todo el asfalto
esta noche especial que lo será para tantos
como contarse pudieran con los dedos cortados
y las muecas por ángulo
simulando algún hábito
de cerebros los más,
de quien llora hoy a oscuras
por lo tanto pasado
duras las dudas que se van superando
a desgana...
Cruda la pugna de uno consigo
a altas horas
y aun madrugando mañana temprano
con las sábanas pegadas
al sentido de estar muerto por dentro
resistiendo la soga
ya nada
(el mundo entero lo ordena
que se propague
esta rabia mía a solas
y que te consuman las plagas
de un desierto de amores
que soy
sin aroma a selva profunda
entre barrotes de aire
que tal vez nos confundan
distante la única luz
en la altura
de un cielo que cubren susurros
fantasmagóricos
con urgencia pidiéndote ayuda)
y andando
se van los caminos
muy lejos
del clima este adverso
mientras el universo conspira
con impedirme a mí hacerlo
tal cual siempre quise
saliendo de un sueño
a morderle aquí al éxito
mientras problemas existan
insistiendo en latir
la conciencia explotando en desdicha
impalpable lo eterno
que es que se dice
de dios invento
esta esfera de miel
que se enreda sintiéndolo
según se acerca el final de mis versos,
certeros a dar en el blanco de muerte
la mía tan esperada
por quien no me quiere ya más ver delante.
Yo no soy nadie para pedirte perdón
perdida una vida en querer darte todo
encima de ser quien te tiene de estorbo
suplicándome más de esta droga
que un demente me vuelve
por quemar cada idea loca
en un túnel donde todas mis vivencias me abordan
y yo grito al cielo pero no hay quien responda
salvo el eco de mi propia voz resonando en los montes
contra los que se estrella un meteoro
que de mi imaginación desborda
congelando relojes;
con ese algo yo soy quien se toca
viendo rota ilusión
todo en torno del sobre.
La caída a un solo paso
deshaciéndome voy
retomando los planes
a que conllevara el fracaso
de un hombre
que envuelve ahora el polvo:
es tentador...
Con los astros dialoga
y se ahorra esa morgue.
Vive el desamor
de su antigua novia,
que no olvida (está en todo).
Del mundo sube a bordo
cuando muere en un recodo
hecho un desecho humano
de lo que antes fuera gloria,
sujeto a sus temblores
por una cuerda apasionada
que la sangre le sonsaca
entre confesiones de lo vasto
con el alma a rastro en una etapa
que no va a pasar de su cara
sin la onda expansiva que conlleva
el saber que se tiene ya una edad
insuficiente para todavía descansar
hasta que explota el novamás
de este verano que se eleva al firmamento
donde lo haya.
Mi encierro en una jaula
no me quita de salir de vez en cuando
con el viento hoy a la espalda
y los desastres que voy creando por tu casa
si me cansa seguir esto soportándolo
porque acaso no es bastante
pedir tiempo más y más
mientras mi vida se disuelve
en el mar de las galaxias
condenado a divagar
entre uno y otro plano
como deambula quien no sabe
que está despierto sin estarlo
mientras lo llaman de otra parte
a que apure ya ese cáliz.