y volaba tras la cola de mi rústico cometa
cuando miraba las nubes queriéndolas alcanzar
tan frágil es la inocencia que no puede perdurar.
Y vivía en la perfecta y sana despreocupación
con un verso y una canción recorri muchos senderos
y la vida o el destino cambiaron mi situación
me enfrenté con el dolor, la desidia y la mentira.
Fueron muchas las heridas en mi joven corazón
cuando cambiaron los vientos de una mar embravecida
y los rumbos se torcieron para otra ruta trazar.
Ah! Si pudiera encontrar una amapola y un nido,
sin tropezar con los miedos que aún marcan mi camino,
con mi cometa volver a escaparme en raudo vuelo
tocar las nubes y el cielo y hasta una estrella alcanzar.