Entre sucedáneos de amor romántico
cerca del tuétano inflamado de un periódico ambulante
lejos de la marisma que condensa las alas de un pájaro
o en nupcias impensables de mar y tierra.
Locos habituados a la presencia jíbara
que reduce con venablos miles de cabezas,
aplasta sensaciones, olvida conclusiones,
oh criatura abyecta que se concentra sólo en los latidos.
Observo el follaje, la naturaleza neutra,
tanto capitel desecho por la fuerza de la marea
su estrechez simultánea encandilada por rosas sin pétalos,
por angustias y torturas de redondas columnas; ahí,
tu centro de suaves carencias.
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