Esta noche él escucha,
con la cabeza hundida en la almohada,
Una dura tormenta,
de la que no puede huir,
bajo un cielo calmado lleno de estrellas.
Mira empapado de sudor sobre las sábanas,
una polilla chocando con la lampara del techo,
a la que le llega el humo del cigarro de su boca.
Él tiene miedo a escuchar hablar de libertad.
Él tiene miedo a escuchar hablar de amor libre.
Él odia lo que le haría feliz,
porque lleva toda su vida condenado a no ser amado.
Adivinen la historia de este pobre diablo,
ahora que habla de él la prensa.
Él es igual que su padre.
Él es igual que sus compañeros de trabajo:
hablando de putas,
hablando de su gran polla.
No nos engañemos,
a él le han hecho un pobre idiota,
como a mí, como a usted caballero.
Ahora camina temblando
va lleno de ira con una pistola en la mano.
Se esconde detrás de la cortina asustado.
Echa una mirada obsesiva a unas jóvenes chicas.
Lo que ve su ojo le inquieta.
Le golpean esas formas delicadas
como el martillo a la fragua.
Toda su alma vibra,
consumida de deseos cruzados.
brotan de sus ojos chispas,
Al ver bailar rubias melenas,
faldas cortas y botas altas danzando lubricas,
y hablando de un futuro de mujeres libres.
Él se vuelve vencido contra la dura pared de su cuarto,
adornada de pornografía,
donde hunde sus puños,
en chicas sexualmente heridas.
Él baja a la calle armado.
Allí se encuentra con ellas.
Él apunta al azar a una de ellas,
que se tira al suelo suplicando por su vida,
mientras él le grita puta.
La policía cuando llega detiene a las feministas,
por alterar el orden público
mientras él se va calle abajo.
¿ han visto ustedes la noticias?
La prensa, la policía, los políticos,
acusan a las feministas de agitar la oscuridad de los hombres.
Ángel Blasco.
Este poema está basado en hechos reales:
los diferentes titulares que se pueden leer en diferentes medios por si ustedes quieren leer la noticia, los más recomendables son los de la marea.
La pistola con la que el hombre amenazó a los asistentes al acto resultó ser simulada
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