Por Mario Luis ALTUZAR SUÁREZ
Concebí mi Universo, en tus pupilas
Que atraparon mi alma, mi cuerpo
Liberándose en tu boca, en tus labios
Y mis manos temblorosas al bautizarnos
En cada recoveco vibrante por la caricia
De la reacción de nuestra piel, de nuestros poros
Recreándonos con la Divinidad, con el Universo