Porque el cielo verde
escupe lágrimas de azulejo
y el esmalte de tus ojos
se deshace en el espejo
canta mi garganta esta
cascada bitonal descalza
de transistores que cuiden
la sombra de su andanza.
Se derrite en mis manos
tu pragmático reflejo
y me lavo los años
que te he tenido lejos
de mis tantos pecados
y mis suspiros añejos.