Lale Neda

OTOÑO

Tienes el  torrente desordenado

no pasa ni el fuego hipnotizador

donde tus ojos se entregaban,

ya tu cuerpo trémulo que invadía

y hacía imaginar brotes sagrados

está en un profundo sombrío.

 

Esas sonajas de tiernas palabras

ahora fugitivas están rodeadas de vacíos

han naufragado para quedarse desoladas,

los aromas exprimidos por el contacto

de tu cuerpo ya no existen,

los breves momentos de satisfacción

están en silencio viendo hacia el techo.

 

Fragmentos de memoria disecados,

y tu piel tornasolada por amar se ve gris,

tus impotentes esfuerzos por revivir caminos

con las pocas pinceladas que sacas de tu paleta

están secos, se han llenado de yedra y moho,

tus sueños se han vuelto sordos

junto a una realidad delirante,

ya solo esperas sin lágrimas y sin tristeza

como un milagro que tu cuerpo y tu alma

se reencuentren  gentiles con la aurora.

 

¡ LLEGARA  PAPA¡