Se va, se va la barca,
no se sabe para dónde
ni para qué si se va,
porque las barcas viajaban
recorriendo por demás
kilómetros de distancias
en el tiempo del querer
que nadie quiere borrar.
Se va, se va para siempre,
nadie la puede frenar,
me gustaría ser barca
cuando se trata de amar,
pero no sé si el destino
me dejaría viajar
mientras prefiero quedarme
muy cerca tuyo, a tu lado
en un hogar a gozar.